Cuando tenemos un salón de tamaño reducido, ¿cómo debe ser el sofá? En este primer caso es mejor un sofá grande que dos pequeños, ya que así evitamos que los brazos resten espacio al asiento y el sofá parecerá más grande.
En el caso de no vaya solo en una pared, es decir, que queramos que vaya en dos paredes, escoger un sofá compuesto en L o con chaise-longue, ocupa menos espacio que escoger dos sofás. Una vez tengamos determinada la pared o espacio donde irá colocado hay que restarle 90 cm para que no quede encajado y tengamos la opción de poner un mueble auxiliar si fuera necesario.
Para que el sofá no tome protagonismo en un salón reducido, lo integraremos tapizando en un color similar al de las paredes, disimulando su volumen dando un aspecto más ligero al salón.
Por el contrario, en un salón amplio y con espacio, el sofá debe tomar protagonismo y realizarlo a medida, no ponerlo demasiado pequeño según la pared o zona escogida, y en cuanto a los tonos, jugaremos según nuestros gustos.
Una opción que nunca falla, es escoger el tejido del sofá en tonos neutros y darle color con los cojines de adorno, así, si nos cansamos es mucho más fácil cambiar éstos cojines de decoración que la funda del sofá o volverlo a tapizar.